MERCADO DE SEGUROS
INTRODUCCIÓN
Un análisis del mercado de seguros
interesa, no sólo a las entidades aseguradoras y a los propios asegurados, sino
también a toda la sociedad en general, sobre todo por su implicación en la
evolución de la economía como negocio en potencia. Para las familias comporta
un ahorro a largo plazo y un posible gasto futuro (debido al componente
psicológico de mayor capacidad de poder adquisitivo). Para las empresas supone
una mejora de la cuota de mercado y para las autoridades decisoras de la
trayectoria de la economía en general el componente de ahorro del seguro es un
elemento que genera riqueza con la que se financian inversiones y se consigue
mayor volumen de movimiento de capitales capaces, en definitiva, de cambiar los
signos de la balanza de pagos de cualquier país.
La actividad aseguradora se puede
valorar desde la perspectiva de la oferta y/o de la demanda (ambas fuerzas
integrantes del mercado):
- La oferta
está vinculada a la empresa aseguradora que ha de hacer frente a retos
importantes relacionados con su actividad, en la que se entrelazan aspectos
laborales, comerciales y técnicos. La prestación del servicio se fundamenta en
la valoración de unos riesgos de posible acaecimiento e indemnización y se
materializa en un contrato y en la estipulación de unas condiciones. Establecer
la prima (precio de la valoración del riesgo) es imprescindible.
-
La demanda está integrada por los consumidores o clientes de seguros
(tomadores, asegurados o beneficiarios) que necesitan cubrir un riesgo y, para
ello, están dispuestos al pago de la prima correspondiente.
Al igual que
en otros sectores, el asegurador ha comenzado a responder a las nuevas
exigencias de la demanda, ajustando sus productos a los riesgos y necesidades
reales que se van planteando a sus asegurados actuales y potenciales. El cambio
incluye una transformación de las estructuras internas tendente hacia un
acercamiento al cliente a través de una mejora del servicio y de la calidad.
La calidad del
servicio y la buena imagen de la entidad aseguradora serán factores
determinantes en las motivaciones del cliente para elegir su compañía
aseguradora y los productos más idóneos, siendo el factor de diferenciación,
por excelencia, la calidad del servicio, pues la novedad de un producto puede
ser, en ocasiones, un factor con un impacto reducido. Una de las preferencias
de los clientes se manifiesta en la exigencia de más calidad de servicio,
productos innovadores de acuerdo con sus necesidades, coberturas bien
definidas, una mayor simplificación en las cláusulas contractuales y rapidez en
la respuesta.
El seguro
satisface la “necesidad” humana de seguridad,
destacando, además, que representa una inversión financiera. Una de las
razones que llevan al decisor a la suscripción de la póliza es que, en caso de
que se produzca el siniestro, reciba como contraprestación, a cambio del pago
de una cantidad cierta (la prima), la cobertura de las consecuencias
desfavorables de aquél.
El análisis del comportamiento de las
personas es siempre una tarea importante, pero, a la vez, extremadamente
difícil. La importancia de este análisis viene dada por la necesidad que tienen
los agentes decisores de conocer el marco en el que van a desarrollar su
actividad. La información sobre dicho comportamiento es, por tanto, un factor
importante para la toma de decisiones de estos agentes. La dificultad viene
dada por el hecho de que cualquier tipo de conducta no está explicada
exclusivamente por factores económicos sino que depende, en gran medida, de infinidad
de aspectos difíciles de conocer y determinar.
En el momento
de la elección compara el pago de una pequeña cantidad cierta en un periodo de
tiempo establecido con una cantidad, cuya cuantía y fecha de pago son inciertas
y aleatorias. Una vez asignadas las probabilidades correspondientes a los
estados de la naturaleza (ocurrencia o no de dicho suceso) se plantean las
correspondientes matrices de consecuencias económicas.
La innovación
en los diseños y el desarrollo de productos es un incentivo para los
empresarios que tienen que competir con las grandes empresas (multinacionales)
del sector. Analizando el potencial de los mercados aseguradores, como ayuda
complementaria del marketing que estimula el descubrimiento de nuevas
prestaciones y servicios, aparece una serie de estrategias enfocadas tanto a la
oferta como a la demanda.
El diseño de productos “a medida” de
pequeños segmentos de la sociedad, adecuados a sus características, obliga a
lanzar al mercado productos complejos que requieren un adecuado asesoramiento
para su compra. Los clientes exigen cada vez mayores coberturas y buscan, en
definitiva, la adaptación máxima de los productos a sus necesidades.
El consumo, en
general, ha sido siempre un tema ampliamente analizado, tanto desde su vertiente
micro como macroeconómica, debido a las implicaciones de política económica y a
su relación con la oferta, es decir, con la estructura productiva. Por ello, en
este artículo se detallan las características del mercado de seguros, tanto de
las entidades y los productos que ofrecen como de los clientes ya sean
presentes o futuros.
I. MERCADO DE
SEGUROS. MERCADO DE SERVICIOS
La actividad aseguradora ocupa un lugar destacado en la
producción de servicios por el volumen de recursos que mueve y la función que
ejerce. Además, la industria europea de servicios, en los últimos diez años,
está sufriendo cambios estructurales profundos que afectan al grado de
competencia en cada uno de los mercados nacionales con motivo de la consecución
del Mercado Único, la tendencia a la globalización de la actividad económica y
los diferentes niveles de regulación de cada país que actúan como barreras para
la prestación de servicios transfronteriza. La perspectiva del Mercado Único y
del EEE ha sido un factor adicional en las previsiones competitivas del Sector
Asegurador y en la tendencia a la uniformidad en la estructura y
características de la industria aseguradora en toda la UE.
En los
mercados se llevan a cabo relaciones de intercambio, poniendo en común
necesidades, deseos y recursos de los agentes que participan en él: las
empresas (oferta) y los clientes (demanda). En una economía de mercado (que
busca el encuentro eficiente entre la demanda y la oferta) se desarrollan
actividades tendentes a facilitar el comercio voluntario y competitivo de los
productos.
Se pretende la satisfacción de
necesidades conjuntas más beneficiosas tanto para los clientes, proveedores y
distribuidores, como para las organizaciones, afrontando los negocios mediante
la creación, desarrollo y comercialización con distintos grupos e individuos,
de tal manera que las partes implicadas obtengan la satisfacción de sus deseos
y necesidades.
En el intercambio, el consumidor
(además de tener en cuenta los productos o servicios que recibe) considera la
utilidad que le han proporcionado. Es importante comprender los valores objeto
de intercambio, así como la utilidad y la satisfacción que pueden proporcionar
a las partes que se encuentren implicadas.
I.1.- Concepto
de Mercado.
El concepto
de mercado tiene una definición no muy clara debido a sus múltiples y
diferentes acepciones:
a).- Teoría Económica:
lugar físico donde la oferta y la demanda intercambian sus recursos,
limitándose a incidir en los agentes que manejan tanto una como otra. Comercio
público de compra o venta y lugar donde la compraventa se efectúa.
b).-
Ámbito Jurídico: transcendencia del
título de la propiedad, sin destacar los verdaderos elementos que determinan su
existencia.
c).-
Vertiente Comercial. Define al
mercado en función de las personas u organizaciones que tienen necesidad de un
producto o servicio, potencialmente lo pueden desear -si no lo desean en la
actualidad- y, además, disponen de los recursos y capacidades de diferente
índole (legales, morales y operativas) necesarias para adquirirlo.
Sin embargo,
la acepción más difundida identifica al mercado como el conjunto de
circunstancias que concurren en un determinado lugar, sector de actuación,
conjunto de personas, etc. que motivan la posibilidad de consumo del producto
que se ofrece o la utilización del servicio que se presta y el mayor o menor
grado de necesidad de tal consumo o utilización[1][1].
Resulta más conveniente definirlo por los elementos que determinan su
existencia. Así, un mercado es un conjunto de personas (individuales u
organizadas) que necesitan un producto o servicio determinado, desean o pueden
desear comprar y tienen capacidad para comprarlo. Por tanto, no basta con la
existencia de necesidades y deseos para que exista un mercado. Es preciso,
además tener capacidad económica (para adquirir los bienes o servicios que
necesitan y quieren) y legal (un menor de edad, por ejemplo, no puede comprar
un automóvil ni conducirlo). En cuanto hay un mercado es posible la transacción
de intercambio.
Esta definición pone de manifiesto,
además de los agentes, aspectos muy interesantes: necesidades, diferencias
psicológicas que existen entre los distintos grupos de compradores, su
capacidad adquisitiva y su predisposición a comprar. El mercado es más
atractivo por su potencialidad futura que por su volumen actual. Desde este
ámbito, los vendedores constituyen la industria y los compradores configuran el
mercado, originándose entre ambos flujos monetarios, de productos, servicios e
información en el proceso de comunicación inherente a la relación de
intercambio que se origina.
El comportamiento global del mercado se
mide y exterioriza por medio de la demanda (formulación expresa de los deseos y
necesidades de los consumidores en función de su poder adquisitivo) y es conveniente
distinguir entre:
- Mercado actual que en un momento dado
demanda un producto concreto.
- Mercado potencial: número máximo de
compradores al que se puede dirigir la oferta comercial y que está disponible
para todas las empresas de un sector durante un período de tiempo determinado.
- Mercados organizacionales: identificados
(en muchas ocasiones) con los mercados industriales porque lo que diferencia un
mercado de consumo de otro organizacional es la aplicación que se da a un
producto y no el producto en sí mismo. Los mercados organizacionales satisfacen
necesidades originadas en los procesos productivos, aunque es cierto que
algunos productos difícilmente podrían tener un uso o consumo final.
- Mercados de consumo: compuestos por
todas las personas que demandan los productos y servicios para la satisfacción
de sus necesidades o de las unidades familiares a las que pertenecen
(consumidores finales). Sus características más relevantes son: elevada gama de
productos y marcas (en el sector asegurador existe un gran número de tipos de
seguros, de entidades de tamaño medio y pequeño y atomización del mercado),
escasa sensibilidad de la demanda hacia las variables del marketing, elevadas
inversiones y potencialización de avances tecnológicos.. Sobre todo en comunicación
con un público objetivo, comunicación basada en herramientas persuasivas de
masas, destacando la publicidad y la promoción de ventas. En la medida en que
se utilicen adecuadamente los medios publicitarios se acelerará el proceso de
difusión de una marca.[2][2]
Como se ha indicado con anterioridad, el proceso de compra que se realiza en un
mercado de consumo se estudia a través del comportamiento del consumidor.
I.2.- Mercado de Servicios.
En el sector servicios -a diferencia
del de bienes o productos- el uso suele ser instantáneo y, por tanto, su
utilidad puede estar influida por el factor tiempo (tanto para el consumidor
como para el vendedor) que aprovechará éste para discriminar en precios, ya que
de no llevar a cabo el intercambio en el momento específico, habrá perdido para
siempre la venta de ese servicio. No ocurre así con los productos (excepto los
perecederos) cuya duración es elevada, en los que se aplica la discriminación
en precios a aquéllos que se pueden comercializar con marcas y diseños de
envases distintos, dirigiéndolos a segmentos de consumidores diferenciados y
que desconocen que es el mismo producto.
El servicio puede definirse como “proceso de intercambio dirigido a la solución de los problemas y a la
satisfacción de las necesidades y deseos de las personas individuales o
colectivas y las empresas (que actúan mediante la transferencia recíproca de
informaciones, conocimientos, habilidades, trabajo, pertenencia, seguridad o
disponibilidad de usar, individual y temporalmente, útiles, instrumentos o la
transferencia de recursos naturales)”.[3][3]
Para Josep Chías, “los servicios son para el cliente un conjunto de utilidades
funcionales (satisfacciones), simbólicas (psicológicas y de relación) y
vivenciales (autorrealización)”.[4][4]
La forma más
usual de clasificar los servicios es en función de las actividades
desarrolladas. La Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE)
agrupa los servicios en cuatro divisiones, con varias subdivisiones. Dentro del
capítulo de servicios, se define a los mismos como “la aplicación de esfuerzos
humanos o mecánicos a personas, animales u objetos”.
Existen varias
características diferenciadoras de los servicios:[5][5]
a).-
Intangibilidad o el hecho de que no haya sustrato transferible y el precio se
perciba de forma indefinida. Los servicios son intangibles, se venden y luego
se producen y se consumen, sin inventariarse, almacenarse, ni transportarse.[6][6]
Esto hace que los procesos de estructuración, las relaciones con la clientela,
etc., sean distintos a los de los bienes. Algunos Autores, como Enis y Roering[7][7],
hablan de beneficios para los consumidores con soportes tangibles (bienes) o
intangibles (servicios).
b).- Prioridad
de la comunicación inherente a su prestación (mayor importancia de las fuentes
internas de creación de imagen frente a las externas).
c).-
Subjetividad, heterogeneidad e inconsistencia (que dependen de quién y cómo lo
preste y de la implicación del consumidor en su diseño y elaboración).
d).- Calidad determinada por la
colaboración y participación del cliente. Cuando el cliente solicita servicios
de calidad pide, entre otras cosas: anticipación y adecuación a sus
expectativas y necesidades, respuesta eficaz en tiempo, información,
presentación y prestaciones adaptadas a las expectativas deseadas, atención
permanente con recursos materiales y tecnológicos, eliminación de los riesgos
de error e insatisfacción y reducción o eliminación de los niveles de riesgos
aleatorios. Así la calidad del producto aparece como sinónimo de satisfacción
de la clientela.
e).-
Experiencia e inseparabilidad. Consecuencia de la inseparabilidad[8][8]
entre producción y consumo, el usuario del servicio participa más en el proceso
productivo del mismo. El servicio es en muchas ocasiones un “producto a
medida”. Esta característica, lejos de ser un inconveniente, es una gran
ventaja, que requerirá un sólido conocimiento de las necesidades,
características, comportamientos, preferencias, actitudes e intenciones de los
usuarios potenciales. Es necesario, por tanto, utilizar adecuadamente la
información disponible y realizar estudios destinados a conocer mejor las
características de la demanda. La implicación del consumidor en el servicio
hace que sea mayor la comunicación personal entre comprador y vendedor.
Los servicios
se pueden clasificar por su naturaleza, actividad, función, etc., y según el
comportamiento del consumidor.[9][9]
Distinguiéndose servicios:
1.- De conveniencia. Alta frecuencia, toma
de decisiones simple, sin búsqueda de información adicional y/o alternativas
(p.e. taxi, periódico).
2.-
De compra. Baja frecuencia, toma de
decisiones compleja, búsqueda de información adicional y experiencia en
vendedores y grupos de relación, búsqueda de alternativas, riesgo en la compra
(seguros en general: autos, hogar, banca, etc.).
3.-
De especialidad. Riesgo de compra
mayor. Importancia significativa de la credibilidad de quién presta el servicio
(consultoría, broker, etc.).
4.-
Especiales. Esfuerzo especial en la
compra. Implican desplazamiento del comprador (tratamiento médico, etc.).
5.- No buscados. Desconocidos o no deseados
por el consumidor, que compra -a veces- obligado (seguros obligatorios,
requisitos compra, etc.).
II. OFERTA DE SEGUROS: ENTIDADES Y PRODUCTOS
La oferta del sector asegurador –del
mismo modo que la demanda- ha experimentado cambios significativos resultado de
la influencia de diversos factores. La estructura actual del sector es
diferente de la que presentaba años antes, por ejemplo, en cuanto al número de
entidades y a las cuotas de mercado. Los productos, precios y canales de
distribución también están evolucionado, aunque de forma muy diferente según
los ramos. El conjunto de tendencias que se observan en la demanda y la oferta
apuntan hacia un mercado con perspectivas de crecimiento continuado.
Las dos
grandes áreas de manifestación del seguro, señaladas con anterioridad, son el
Seguro Privado y la Seguridad Social (en ésta última el Estado ejerce una
función tutelar regulando las bases, asumiendo riesgos y garantizando
prestaciones, fundamentalmente, en desempleo, accidentes de trabajo,
enfermedad, maternidad, viudedad, orfandad y jubilación).
En la oferta
del sector seguros se distinguen entidades y productos ofrecidos.
Inicialmente se define el concepto de
empresa aseguradora describiendo sus principales características para finalizar
estableciendo una clasificación operativa de las mismas.
1).- Concepto
de empresa aseguradora.
En el ámbito económico pueden contemplarse, al menos, dos
enfoques (general y específico) referidos, en este caso, al concepto de empresa
de seguros. Genéricamente, empresa
es “una unidad económica organizada para combinar un conjunto de factores de
producción con los que llevar a cabo la elaboración de bienes o servicios para
su venta o distribución en el mercado. En este sentido, puede definirse como un
conjunto de actividades, bienes patrimoniales y relaciones de hecho y
organizativas necesarias para realizar la actividad económica que le es propia”.[10][15]
Se considera entidad,
compañía o empresa de seguros (en sentido estricto) a la “empresa o
sociedad dedicada a la práctica del seguro”. Algunas de sus características
esenciales, ya comentadas, son:
- exclusividad de actuación (dedicada a la práctica de
operaciones de seguro y actividades relacionadas),
- sometimiento a normas de vigilancia oficial (el
carácter social y público de la actividad aseguradora y el establecimiento por
la empresa aseguradora de las condiciones técnicas –tarifas-, económicas -primas-
y documentales –pólizas- que regirán las relaciones contractuales entre ella y
el asegurado o los Organismos oficiales, es lo que justifica que se
institucionalice una especial vigilancia técnica, económica y financiera),
- operaciones en masa (las entidades de seguros
tratan de conseguir el mayor número posible de asegurados para compensar y
diversificar riesgos) y
- exigencias legales
(materializadas en capitales mínimos iniciales y otras garantías financieras).
2).-
Clases de empresas aseguradoras.
Pueden realizarse numerosas
clasificaciones de las entidades aseguradoras siendo los criterios más comunes:
la forma jurídica (S.A., Delegaciones extranjeras, Mutualidades), el ramo
mayoritario (vida, autos, salud, etc.) o el origen del control efectivo de la
empresa. Combinando distintos criterios, se distinguen:
1.
Entidades de vinculación bancaria.
2.
Entidades extranjeras.
3.
Mutuas de seguros.
4.
Entidades de origen familiar o tradicional.
Autor Irene Albarran Lozano
IMPORTANCIA DE LOS SEGUROS EN LA
ECONOMIA DE UN PAIS
Los seguros desempeñan un papel fundamental en la economía de un país; son esenciales en el desarrollo económico. Incluso el seguro es una de las expresiones más ponderadas de la evolución macroeconómica, utilizándose con frecuencia la recaudación de primas como un indicador económico.
Los seguros desempeñan un papel fundamental en la economía de un país; son esenciales en el desarrollo económico. Incluso el seguro es una de las expresiones más ponderadas de la evolución macroeconómica, utilizándose con frecuencia la recaudación de primas como un indicador económico.
Las formas en que
el seguro aporta sus servicios al desarrollo económico y
social e incrementa la renta nacional son variadas:
Fomenta el apego a la inversión productiva de fondos ajenos: o sea que hay una garantía de recobrar lo que en un evento dado perdí o por lo menos suplirlo.
Fomenta el apego a la inversión productiva de fondos ajenos: o sea que hay una garantía de recobrar lo que en un evento dado perdí o por lo menos suplirlo.
El propio costo del seguro se
capitaliza y se invierte: Es un poderoso instrumento de fomentar y
captar ahorros.
En las últimas décadas han alcanzado un protagonismo inmenso las técnicas de gerencia de riesgos, las cuales consisten en el análisis y valoración de los riesgos con carácter previo a sucesión al seguro.
En las últimas décadas han alcanzado un protagonismo inmenso las técnicas de gerencia de riesgos, las cuales consisten en el análisis y valoración de los riesgos con carácter previo a sucesión al seguro.
Muchas de las actividades q se realizan a diario presentan
un riesgo para cada uno d nosotros como individuos, para segundas y hasta
terceras personas, por mas normales q estas actividades parezcan todas están expuestas a eventualidades q podrían
tener repercusiones graves en el diario vivir.
Por lo tanto se deben de buscar medios que nos ayuden a
atender y sobrellevar dichas situaciones, es aquí donde intervienen los seguros
que nos ayudan considerablemente con costos varios para amortiguar el proceso.
Además no hay que dejar de lado la
incursión del mercado de seguros en diferentes campos ya no solo en la salud,
lo que los hace mas útiles para diferentes personas y actividades. Por ejemplo
en el campo de transporte es en el que mejor se evidencia la importancia de los
seguros, como en la manipulación de vehículos: automóviles, camiones,
motocicletas etc., donde el seguro no solamente puede responder por daños
físicos en una o mas personas sino también
en daños al automotor, acompañantes, en fin terceras
personas. Sin embargo no solamente protege contra este tipo de daños sino
contra robos, extravíos y vandalismo.
Otro campo muy importante en el que intervienen los seguros
es en el de las estructuras como edificios y viviendas, que, se ven expuestos a
daños externos como robos, incendios, desastres naturales, y situaciones que se
salen de las manos de la persona afectada.
Nuevos tipos de seguros no muy comunes son aquellos en los
que se pueden asegurar partes especificas del cuerpo, piernas, manos, bustos,
glúteos, rostro y así podríamos seguir, por ejemplo: las piernas de un
futbolista, el busto de una modelo, por mencionar algunos; ahora las compañías
aseguradoras nos dan un sin fin de opciones para vivir una vida mas cómoda y
despreocupada.
Fuentes consultadas:
Irene Albarran Lozano
Irene Albarran Lozano
[1][1] CASTELO J.
y GUARDIOLA A., 1992, Diccionario MAPFRE de Seguros, Ed. Fundación MAPFRE
Estudios, Madrid.
[2][2] ELGLIER P.
y LAUGEARD E., 1989, Servucción: el Marketing de servicios, Ed. McGraw-Hill,
París.
[3][3] COOPERS
& LYBRAND-GALGANO, 1993, Diccionario de la Calidad Total, Ed. Gaceta de los
Negocios. Madrid.
[4][4] CHÍAS, J.,
1992, El Mercado son las personas. Marketing de las empresas de servicios, Ed.
McGraw Hill, Barcelona.
[5][5] CASTELO J.
y GUARDIOLA A., 1992, o.c.
[6][6] EMBID P.,
MARTÍN M. y ZORRILLA V., 1998, Marketing
financiero, Ed. McGraw-Hill, Madrid.
[7][7] ENIS B.M.
y ROERING K.J, 1981, Services Marketing: Different Products. Similar Strategy,
Ed. American Marketing Association.
[8][8] La
inseparabilidad obliga, muchas veces, a la distribución directa de los
servicios. Los bancos, por ejemplo, realizan sus actividades en sucursales
propias. Las compañías de seguros también, aunque pueden utilizar agentes
libres que actúan de intermediarios para la venta del servicio.
[9][9] GRANDE
ESTEBAN I., 1996, Marketing de los Servicios, Ed. ESIC, Madrid.
[10][15] CASTELO
J. y GUARDIOLA A., 1992, o.c.
Si bien es cierto el mercado de seguros representa un porcentaje importante dentro del mercado de servicios; -a mi pesar- este no es un rubro tan relevante para el mercado costarricense. Lo anterior dejando de lado los seguros "estándar" de la CCSS y enfocándonos más en las diferentes ramas de seguros que ofrecen las distintas instituciones encargadas de estos aspectos. Si se realizace un estudio acerca de que familias que optan por seguros de X rama claramente la tendencia indicaría que estas familias son en su mayoría de clase media alta o bien clase alta; son muy pocas las familias de clase media que optan por estas opciones, mucho menos clase baja, y siendo el caso de que optarán por uno seria en casos estrictamente necesarios como seguros de autos y afines. Como sabemos la clase media y la clase baja representan el grueso de la población, razón por la cual me hace inclinarme hacia la postura de que el mercado de seguros no es determinante dentro del mercado nacional.
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